El festival Extremúsika, que nacía y moría en mi ciudad, revivía este año con mas fuerza que nunca. Os cuento como fue trabajar allí
Con miedo y mucho escepticismo llegué al recinto ferial de Cáceres para cubrir el festival. Llovió durante toda la primera jornada, lo que convirtió el foso en un barrizal. Esto sumado a la altura del escenario, hacían que fotografiar fuera una ardua tarea.
La iluminación en algunos casos fue caótica y demasiado lateral, pero se pudieron sacar algunas imágenes interesantes:
- Canon 5D Mark III
- Canon 24-105mm f4
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